La historia que queremos contar es igual de importante que cómo la contamos. El largo de tu guion y el número de páginas que lo componen no es tan importante como el “esqueleto” narrativo que quieres utilizar. La estructura narrativa es lo que te ayudará a darle vida a tu guion y, en lugar de preocuparte por cuestiones de duración, te ayudará a poner tus decisiones en perspectiva con el fin de contar una historia de calidad por medio de la narrativa que más le convenga (la cual puede ser tradicional o encontrarse muy por fuera de la caja).
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6. Estructura anticronológica
En esta estructura se presenta el final como el inicio de la historia, lo que significa darle a la audiencia tan solo una de las piezas del rompecabezas. La narrativa anticronológica hace que la historia tenga “regresiones”, ya que las piezas presentadas en pantalla solamente tienen sentido una vez que observas la que le procede… que en este caso, fue la que ocurrió antes. Todo está al revés. Esta es una de las estructuras más complicadas de construir; el guionista no solo tiene que asegurarse que las escenas tengan sentido cuando la historia está contada a la inversa, sino preocuparse por asegurar que esa manera de narrar sea lo suficientemente entretenida para el público y los mantenga en el borde de sus asientos por la curiosidad de saber qué es lo que va a ocurrir– más bien, qué fue lo que ocurrió.
Ejemplos: Memento, Donnie Darko y The Prestige.
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7. Estructura Rashomon
Derivada del clásico de Kurosawa, esta estructura resalta por narradores no confiables tomando turnos para contar la misma secuencia de eventos. Es importante resaltar que, aunque estos personajes estén dando su punto de vista sobre las mismas ocurrencias, no significa que las historias presentadas serán cien por ciento similares entre sí– la personalidad del personaje en turno, sus intereses y sentimientos distorsionarán la percepción de los “hechos” entre cada narración. Esta estructura permite que la audiencia disfrute de la discrepancia entre memorias y aprecie las diferentes maneras en la que las personas viven una cierta situación; para el guionista, significa una oportunidad de ser perfeccionista, de integrar una gran cantidad de detalles y de explorar una sola historia desde diferentes perspectivas para causar intriga.
Ejemplos: Rashomon, Knives Out, y The Disappearance of Eleanor Rigby .
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8. Estructura Circular
En pocas palabras, la historia termina donde comenzó y una nueva comienza justo donde ha terminado; la serpiente comiéndose su propia cola. Las narrativas circulares, aunque desarrollan una historia completa con giros que avanzan mediante los personajes reaccionan a su situación, terminan por dejar a nuestro elenco en una situación similar (tanto física como emocional o de locación) a la que comenzaron. Esta estructura tiende a utilizarse en películas donde los personajes viajan en el tiempo para alterar ciertos eventos, solo para regresar al momento donde comenzaron su aventura en primer lugar.
Ejemplos: 12 Monkeys, Back to the Future y The Big Lebowski.
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9. Estructura no linear
Para contar una historia que atrape a la audiencia sin dar toda la información en bandeja de plata, esta estructura da saltos al futuro, al pasado y algunos de lado a lado para contar una sola narrativa. La historia se cuenta en pedazos y, gracias a las pistas contextuales y cambios de forma de las escenas (correcciones de color, vestuarios, etc), poco a poco la audiencia puede hilar el orden en el que ocurrieron esas escenas aunque estén presentadas en un orden que a primera vista parece no tener lógica. Tener que recordar que estábamos en el punto A antes de llegar al J para regresar al D justo antes de ver un poco del R, significa que el público (y el guionista) tienen el divertido reto de poner su memoria a prueba para mantener un orden lógico de ideas y seguir el hilo “real” de la historia.
Ejemplos: Pulp Fiction, Dunkirk y Reservoir Dogs.
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10. Estructura onírica
Todo el filme se siente como un sueño y/o explora la naturaleza de los mismos. Temas como la memoria y la conciencia humana son recurrentes dentro del cine, pero esta estructura única explora estos mundos fuera de la página del guion, plasmando secuencias de ensueño donde la línea entre la realidad y lo imaginario es casi imperceptible. A medida que esta narrativa (ingeniosa y que requiere de gran creatividad y visión) avanza, no nos permite saber la diferencia entre qué es lo que en verdad existe y qué ha sido fabricado por nuestras mentes.
Ejemplos: The Tree of Life, Eyes Wide Shut e Inception.
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