Pasan los días, los meses y los años con rapidez. Así es la experiencia de vivir para todos. El tiempo avanza, y no tenemos otra alternativa más que seguir adelante.
Y aunque puede sonar abrumador, la verdad es que siempre podemos escoger cómo queremos acompañar esos días… esos momentos que jamás podremos pedirle al tiempo que nos devuelva.

Esos compañeros pueden ser nuestra familia, amigos, nuestra pareja, sí… pero también obras artísticas: libros, películas, videojuegos, cómics, manga, anime, y más. Historias fantásticas que nos permiten aprender sobre nosotros mismos, conocer mejor a otros y, una vez que entramos en contacto con ellas, se quedan para siempre en nuestro corazón.
Hoy, que es 4 de mayo, día de Star Wars, queremos conmemorar a esta gran franquicia que nos ha acompañado durante generaciones.
Star Wars, la saga que comenzó en 1977, nos ha brindado 47 años de emoción, cariño, heroicidad y corazón. Un fenómeno cuyo impacto en la cultura es, francamente, imposible de medir.
Películas, series, animaciones, videojuegos, cómics, juegos de mesa, cartas coleccionables, juguetes, parques temáticos e incluso un hotel inmersivo: Star Wars ha permeado nuestro entretenimiento y nuestra imaginación durante décadas. Nos ha hecho reír, llorar, soñar y estremecernos. ¿Cómo no hacerlo? ¿Cómo no emocionarse con esa música tan icónica que nos regala la saga?



Pero Star Wars es mucho más que una fantasía o un producto de consumo. Sus historias encierran lecciones valiosas. La filosofía Jedi y su conexión con la Fuerza —esa energía invisible que rodea a todos los seres— nos habla de la importancia de la espiritualidad en la vida. No desde una perspectiva religiosa, sino como una conexión profunda con lo intangible: contigo mismo, con otros, con la naturaleza.
Personajes entrañables como Anakin nos muestran lo vital que es mantener el equilibrio. Nos enseñan que reprimir el miedo o la vulnerabilidad puede llevarnos a la oscuridad. Nos recuerdan que aceptar nuestras emociones también es parte del camino hacia la luz.
Además, esta saga nos dice algo esencial: no importa quién seas, siempre estás a tiempo de empezar de nuevo. Que aunque el pasado pese, y la oscuridad nuble el camino, incluso en el momento más difícil… aún puedes brillar.
Seas niño o adulto, Star Wars tiene lecciones universales que siguen resonando. Porque esta saga no solo habla de galaxias lejanas, sino del espíritu humano. Este 4 de mayo, en UNIAT queremos dar las gracias a esta obra monumental por enseñarnos, inspirarnos y acompañarnos durante décadas.
Gracias, Star Wars, y que la Fuerza nos acompañe.
